Secretaría Uvigo - Praderas marinas y marismas descripción general e influencia sobre el ciclo del carbono

Praderas marinas y marismas descripción general e influencia sobre el ciclo del carbono

Data de defensa14/09/2022
TitulaciónGrao en Ciencias do Mar
CentroFacultade de Ciencias do Mar
Dirección Titoría: Mariano Lastra Valdor
Cotitoría: Cristina Delgado Núñez
Tribunal Secretaría: Inmaculada Prieto Jiménez
Vogalía: María Elsa Vázquez Otero
Presidencia: José María Sánchez Fernández
ResumoConocer el papel que desempeñan los diferentes ecosistemas en la captura de CO2 es un componente vital en la toma de decisiones y la adopción de estrategias de gestión frente al cambio climático (Loarte 2017). Muchos de estos ecosistemas son sumideros naturales de carbono, como los bosques, suelos y océanos, que capturan CO2 de la atmósfera para utilizarlo como fuente energética en sus funciones ecosistémicas (Chmura et al. 2003; Duarte et al. 2005; Fourqurean et al. 2012). Gran parte de los esfuerzos de mitigación del cambio climático son dirigidos a reforestaciones y forestaciones terrestres, pero es importante considerar el papel de los ecosistemas costeros que son responsables de retirar de la atmósfera cerca de un 50% del carbono que capturan los océanos (Loarte 2017).

Los ecosistemas costeros responsables de esta captura de carbono son principalmente, las praderas de angiospermas marinas, los bosques de manglar y las marismas (Cuellar et al., 2019). El carbono que retiran para almacenar en sus tejidos y sedimentos se conoce genéricamente como ?Carbono azul? (Duarte et al. 2005; Mcleod et al. 2011; Huxham et al. 2018). Parte del carbono excedentario en estos ecosistemas se almacena como biomasa o necromasa, esta puede ser aérea (hojas y tallos) o subterránea (raíces y rizomas). La fracción más abundante y que más perdura atrapada es la subterránea, que acaba enterrada en los sedimentos en los que arraiga la vegetación (Alongi 2018), donde puede llegar a permanecer por miles de años, un periodo muy superior al de los bosques terrestres.

Estos ecosistemas no solo cumplen el papel de sumideros de carbono sino que, aportan una gran cantidad de servicios ecosistémicos, tales como la estabilización sedimentaria, el reciclado de nutrientes, la protección costera, además de ofrecer hábitat y alimento a especies de gran valor ecológico y económico (Cuellar et al. 2019; Spalding et al. 2003; Weis et al. 2016). Sin embargo, debido principalmente a la actividad humana, gran parte de estos ecosistemas costeros han sufrido importantes reducciones en su extensión en los últimos 50 años, del 25%-50% (Duarte et al. 2013). Actividades tales como la urbanización, la conversión a terreno agrario, la pesca y la construcción de infraestructuras costeras, junto a los efectos asociados al cambio climático, como la subida del nivel del mar o el aumento de la temperatura del agua marina, amenazan estos ecosistemas y los servicios que proporcionan (Duarte 2002; Gedan et al. 2009).

En la península ibérica encontramos dos de los tres ecosistemas presentados, las marismas y las praderas marinas. En este trabajo se caracterizarán estos dos hábitats, desde su biología y sus funciones ecosistémicas, hasta los efectos que el cambio climático y la actividad antrópica han tenido en su distribución actual. Una vez descritos, nos centraremos en sus características como sumideros de carbono, para luego compararlos.
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