Se trata de la primera materia de "Tecnología Específica" que cursará el alumno, por lo que esta materia representa la primera toma de contacto del alumnado con la Ingeniería Química.
En ella se introducirán los conceptos y metodologías propias de la Ingeniería Química, las cuáles le serán de utilidad al alumno, tanto para su posterior formación académica, como para el desarrollo de su profesión.
Se pretende que, al final de la misma, el alumnado conozca en profundidad las operaciones separación y sea capaz de plantear y resolver balances de materia y/o energía, en situaciones de naturaleza y complexidad muy diversa.