Mediante el trabajo final de grado el
alumnado deberá demostrar que ha adquirido las competencias específicas de este
grado para la elaboración, presentación y defensa de un trabajo
original, o bien la gestión de un proyecto de traducción. En este trabajo se deben
conjugar los conocimientos teóricos adquiridos y su aplicación práctica a las distintas
actividades que se incluyen dentro de la profesión de traductor o intérprete.