En nuestra sociedad, la imagen se ha consolidado como un vehículo esencial de comunicación. Su capacidad para condensar significados, evocar emociones y construir narrativas de forma inmediata la convierte en una herramienta poderosa para influir en la percepción, el deseo y el comportamiento del público.
El poder de la imagen destaca en ámbitos como el de la publicidad y o el del audiovisual. En publicidad, ayuda a construir los mensajes, busca captar la atención en segundos y provocar una respuesta en los consumidores. En al audiovisual la imagen adquiere una dimensión temporal y secuencial que permite desarrollar relatos complejos.
La construcción de la imagen fija y el tránsito a la imagen en movimiento. Los elementos constitutivos, morfológicos, dinámicos y escalares de la imagen son aspectos que se abordarán en esta materia introductoria respecto a las características generales del lenguaje audiovisual.
Por eso se hablará de conceptos como la composición, el funcionamiento del ojo, el encuadre, el movimiento de cámara, la iluminación o el montaje. Pero también comentaremos aspectos propios de la cultura audiovisual en la que vivimos, como la capacidad de las imágenes para hacer representaciones visuales y mostrar estereotipos, reforzar o cuestionar normas sociales y configurar imaginarios culturales.
En un contexto saturado de estímulos visuales, comprender cómo se producen, circulan y consumen las imágenes es clave para desarrollar una mirada crítica y consciente. Más aún en un contexto digital, donde la abundan formatos innovadores como el video corto, la realidad aumentada o las imágenes generadas por inteligencia artificial. Una evolución que plantea nuevos desafíos éticos, estéticos y comunicativos que requieren una reflexión teórica constante.