La especialidad del Grado en Educación Infantil exige que el futuro docente posea, además de una amplia formación en aspectos psicopedagógicos, una buena competencia en la herramienta básica e imprescindible de la comunicación: la lengua.
El objetivo de esta materia es desarrollar de una manera coherente las capacidades lingüísticas y comunicativas de suerte que se favorezca la transmisión de conocimientos y la formación integral de los discentes. Además de aprender a escuchar, tres son las destrezas lingüísticas que los profesores deben ayudar a perfeccionar en las aulas: la capacidad lectora (comprensión, ritmo, dicción), la expresión oral (corrección, claridad, fluidez) y la expresión escrita (coherencia, cohesión, gramaticalidad).
Por consiguiente, el futuro maestro de Educación Infantil debería, adquirir un nivel adecuado de lengua gallega para así desempeñar sus tareas con eficacia: utilizando la lengua gallega como lengua normal en la enseñanza, sirviendo de modelo lingüístico a sus alumnos y corrigiendo los errores e inadecuaciones que estos puedan cometer en la lengua oral y escrita.