En la convocatoria de mayo-junio se utilizará un sistema de evaluación continua completado por la realización de una prueba final objetiva, que consistirá en un examen teórico oral y en un examen práctico escrito, y que podrá versar sobre los contenidos de la materia que, total o parcialmente, hayan sido abordados en las sesiones magistrales, en los seminarios y en los ejercicios que se hayan realizado a lo largo del curso.
En la convocatoria de julio sólo se realizará la prueba final objetiva, conservándose las notas que se han adquirido en el proceso de evaluación continua.
Esto es, si el alumno no aprobase la materia en la convocatoria de mayo-junio, se le conservaría la nota del proceso de evaluación continua en la convocatoria de julio. Pero si no aprueba la materia en las dos citadas convocatorias del curso académico, pasando a otro diferente, tendría obligatoriamente que someterse de nuevo al proceso de evaluación continua y realizar la prueba final objetiva.
NOTA IMPORTANTE: El alumno deberá alcanzar una calificación mínima de 4 sobre 10 en las pruebas finales objetivas para que se le tengan en cuenta las calificaciones obtenidas mediante el sistema de evaluación continua.
Aquellos alumnos que no puedan someterse al sistema de evaluación continua o aquéllos que hayan faltado a más de un 10% de las sesiones presenciales tendrán que realizar -tanto en la convocatoria de mayo-junio como en la de julio- un examen teórico oral y otro práctico escrito, que versará sobre los contenidos de la materia, y representarán el 100% de la nota final