La asignatura busca motivar al estudiantado en la utilización práctica de los conceptos más técnicos de Ingeniería de Telecomunicación para solucionar problemas y ofrecer servicios en la sociedad en la que vive: se pretende que tome conciencia de que la actividad de la Ingeniería no es un hecho aislado sino que transforma al mundo (a pequeña y a gran escala). Este punto de partida lleva a dos ideas fundamentales:
1) La sociedad, las personas que la conforman, tienen problemas que pueden ser resueltos por los profesionales de la Ingeniería: la función de la Ingeniería es resolver o mitigar problemas de la sociedad en la que se enmarca, no crearlos. Conocer cómo se han resuelto otras situaciones en el pasado puede ayudar a encarar problemas en el futuro (lo que nos lleva a conocer la historia orientada a la acción futura, no a la contemplación del pasado).
2) Las actividades ingenieriles tienen influencia directa en la propia sociedad, en cómo viven o en cómo se relacionan las personas. De hecho, los grandes cambios de las últimas décadas han estado protagonizados directamente por aportaciones del ámbito de la Ingeniería de Telecomunicación. Esta influencia debe ir acompañada de una toma de conciencia de la responsabilidad ética.
