El principal objeto de estudio de la Historia del Arte son las propias obras de arte, y su objetivo fundamental consiste en llegar a explicar dichas obras y su evolución a partir de las premisas históricas.
El primer eslabón dentro de esta cadena corresponde al arte clásico que se acepta como la pauta estética de base de toda la producción arquitectónica y figurativa del occidente europeo, además de ser el lenguaje clasicista el que ofrezca el camiño formal de más amplia repercusión a través de toda la historia, expresando diversos contenidos.
Partiendo de esta base el terreno que abarca la materia se divide en dos grandes temas:
El primero, orientado al estudio de la tradición artística griega, partiendo del arte arcaico, pasando por el momento clásico con el análisis de las obras que marcan el cénit del arte griego y consagran el canon, hasta la magnificencia y "barroquización" del período helenístico, que expandirá sus realizaciones por la cuenca mediterránea y las llevará hasta los confines de Oriente.
El segundo, desde la Roma primitiva hasta la Antigüedad tardía, con el análisis de las obras clave de Etruria y Roma republicana y de la Roma imperial, abordadas como una interpretación de la estética y del ideal artístico en cada época.