Por tratarse de una materia eminentemente práctica cuyo conocimiento se adquiere resolviendo los fundamentos en la continua aplicación de procesos y procedimientos, la presencia y asistencia de las y los estudiantes es básica e imprescindible.
Apreciando como de gran valor aquella sentencia que afirma que "a pintar se aprende pintado", será esencial que las/los estudiantes aprovechen de modo eficaz todas las horas de trabajo tutelado para la práctica pictórica, tanto las que son de modo presencial con el profesorado como las que son de trabajo autónomo. La asignatura se enfoca, como se puede apreciar en su planificación docente, con 138 de las 150 horas, a el trabajo tutelado que debe llevar a cabo cada estudiante. Tal planificación implica que el mejor modo de abordar la enseñanza-aprendizaje de las diferentes técnicas pictóricas tiene su base y fundamento en comprender la naturaleza del conocimiento de la pintura y aprender a aplicar de forma correcta y adecuada sus procesos técnicos manuales y mecánicos-manuales con la mediación tutelada desde el conocimiento del profesorado.
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